AGITADORAS

PORTADA

AGITANDO

CONTACTO

NOSOTROS

     

ISSN 1989-4163

NUMERO 24 - VERANO 2011

El Último Jueves

Nadal Suau

Ayer, la bacanal conocida como El Último Jueves celebraba sus quince años, que en realidad son dieciséis.Toma ya. 

Asistí a la cita con la Diosa Blanca en el Quarter d'Intendència de la calle Socors, un local estupendo con una acústica delirante. Lo que vi fue una fiesta y un cachondeo. Es difícil ser pesimista cuando la noche de Palma se llena de gente que quiere escuchar aforismos de Oscar Wilde.

Antonio Rigo dirige el cotarro como un predicador de Flannery O'Connor imprimiría la religión en la frente de sus vecinos. Eso sí, las misas de Rigo son paganas, libres y atravesadas por mujeres guapas. El público es una masa multiforme: parecen hombres y son niños; sonríen como otros bailan. Por unas horas, exploran el entusiasmo.

Todos los habituales de esta cita tuvieron ayer su momento, especialmente el cosmicómico por excelencia, Salvador Bonet. Estos talentos, mezcla de Chaman y personaje de Ibáñez, viven en una perpetua alucinación poética. Ahora te atacan con un verso de Graves, luego te hacen un juego de palabras que ríete de los dadaístas. La desvergüenza y el entusiasmo les sirven de arma; sueltan los chistes más infames (“¡Ava, Gardner!”), pero lo hacen sin sonrojarse, y claro: logran que ya no sean tan infames, y te ríes.

Como en un guateque rodado por Blake Edwards, ante los (calculo) doscientos cincuenta asistentes van desfilando todo tipo de individuos, objetos, sonidos y coleópteros. Cuando veo entrar el coro de la escuela de música Ireneu Segarra, pienso que sólo faltan un número de cebras, un forzudo triste o un tragasables. Es un espectáculo colosal, y aun estoy decidiendo si marca el ocaso o el renacimiento de la poesía. Igual es todo al mismo tiempo. 

Para celebrar los quince-dieciséis años de Último Jueves, Rigo y Jorge Espina han publicado una antología de poemas en la que aparecen casi todos los autores que han pasado por estos recitales. La lista quita el hipo, y el libro merece la pena aunque no todos los versos estén al mismo nivel. 

Muchos de los poetas antologados estuvieron allí para leer su aportación. Anna-Lisa Marí Pegrum juega la baza del voltaje erótico sin perder pie; Emili Sánchez-Rubio, al que recuerdo jovencísimo participando en los Últimos Jueves del Casal Solleric, ya hace años, es un entusiasta. Si los cito a ellos, es porque están naciendo. En cambio, hace poco se nos murió Miguel Ángel Velasco, que reapareció en uno de estos vídeos.

El Último Jueves ya no admite definiciones y a ratos se parece demasiado a una terapia pero, más allá de sus altibajos, transmite entusiasmo y joie de vivre: mientras los acólitos no sean demasiados (peligro que empieza a ser real, por milagroso que esto sea) y nadie se lo tome demasiado en serio, seguirá siendo un lujo, una fiesta y un cachondeo. 

 

Visita su blog aquí

El último jueves

 

 

 

 

 

@ Agitadoras.com 2011